martes, 14 de agosto de 2007

Transantiago, 307 / 307e

Tema: El Paradero Baquedano siempre está lleno por la gente que viaja a Quilicura.

Increíble resulta el hecho de que el paradero de Baquedano -también estación de metro, de la Línea 1- que sirve, básicamente, para la gente que vive en Quilicura, una populosa comuna del norte de Santiago, esté casi todo el tiempo lleno. La razón: las personas prefieren ir hasta Baquedano para intentar toma el bus, e irse sentada, ya que en cualquier otro paradero del centro de la capital es prácticamente imposible poder tomar una micro que vaya con asientos vacíos.
La comuna de Quilicura, por culpa del Transantiago, está en este momento dividida en dos: norte y sur. Para la mitad norte, sólo existe un recorrido troncal que debe satisfacer a la ciudadanía. Esa micro es la 307, que además posee una derivación, la 307e. La otra mitad, es decir la sur, posee un poco más de recorridos troncales, como la 303, 303e, 305, 308, entre otras. Todas estas acompañadas de unas pocas de servicio local. Entonces, la gente que habita en la parte norte de Quilicura sólo debe abastecerse de aquel único recorrido.
El problema recae en que el servicio del famoso recorrido es demasiado requerido, lo que posibilita en los viajeros una serie de incomodidades. Para tratar de solucionar estas incomodidades, la gente tiene a Baquedano como ícono y estandarte a la hora de buscar una solución al problema. En otras palabras: las personas llegan hasta este e intentan allí tomar una micro que vaya vacía. El tema es que para lograrlo se genera un verdadero caos, siendo los horarios peak realmente estresantes para la ciudadanía.
Lo curioso del caso es que, al ser un paradero tan requerido, sirve también de punto de encuentro para muchas personas. La gran mayoría de las que ahí aguarda su bus, suele encontrarse con amistades y familiares.
Jueves 9 de agosto: son las 8:30 de la tarde. Horario peak. El paradero está totalmente lleno, al igual que todos los días. Está dividido en dos, una mitad para albergar a quienes tomarán la 307, y la 307e; y la otra mitad para aquellos que viajarán en la 303 y sus derivados. Ambas mitades están atiborradas de gente. Como ya está dicho: todas las personas que trabajan o que estudian en alguna parte del centro, o incluso, mucho más lejos, y que se acercan a Baquedano mediante el metro, acceden a este paradero para intentar tomar un asiento. De ninguna otra forma lo lograrían. Si no van hasta Baquedano, sencillamente se tendrán que ir de pie, aspecto que no los estimula mucho porque el viaje fluctúa entre los 35 a 50 minutos.
Leonardo Zapata, estudiante, llega hasta ahí con el mismo afán del resto. Sin embargo es tanto el torrente de personas que tiene que ver como se van dos 307, y una 307e. No hay manera de tomarlas, ya que las personas que están más adelante se “avivan” y, obviamente, aprovechan la oportunidad de tomar el bus.
Ya han pasado 30 minutos, el paradero le permite a Leonardo acercarse al siguiente bus, pero de igual manera sigue habiendo mucha gente. La 307 llega. Se detiene. Leonardo logra tomarla pero sube a la micro empujado por todo el resto de las personas. Realmente parecen animales, tratando de subir. Es tanta la ansia que tienen de llegar a sus casas, que les da “lata” esperar la 307e que viaja bastante más rápido, y que está atrás en ese preciso instante.
Finalmente Leonardo toma la micro, llena por cierto, y luego de un extenuante viaje de al rededor de 40 minutos llega al paradero más cercano a su casa. Se baja aliviado, pero conciente de que a la mañana siguiente deberá sufrir algo similar para tomar un bus que lo acerque a su universidad, y en la tarde para devolverse a su casa. Es la realidad de la mitad norte de Quilicura. En los horarios peak, ya sea mañana o tarde, deben sufrir una enormidad para tomar una micro. Creen que la solución es ir a Baquedano, sin embargo ahí hay muchas personas que piensan igual que ellos y que se ven inmersas en la misma disyuntiva: tomar la micro en Baquedano o lo hacen en Santo Domingo, por ejemplo. Al fin de cuentas da lo mismo. Siempre esa mitad de Quilicura sufrirá por tomar la 307 y la 307e.